EL TORREÓN DE LAS BATALLAS

EXPOSICIÓN "EL TORREÓN DE LAS BATALLAS"

EXHIBITION "THE TOWER OF BATTLES"

Alba de Tormes durante la Guerra de la Independencia

Alba de Tormes during The Peninsular War

Introducción: La Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca

 La provincia de Salamanca, dada su situación estratégica entre los valles del Duero y del Tajo, ha constituido desde siempre un corredor natural para penetrar en el vecino país luso. Fue precisamente este hecho el que convirtió a esta tierra en una de las más castigadas durante la Guerra de la Independencia a consecuencia del constante paso de ejércitos en campaña. El martirio comenzó en el año 1807, cuando el emperador de Francia, Napoleón I Bonaparte, tras haber vencido a austriacos, prusianos y rusos, centró su atención en Portugal, el principal aliado de los únicos enemigos que le quedaban por derrotar, los británicos, cuyas islas no podían invadir tras haber sufrido en 1805 la pérdida de la flota francesa en la batalla de Trafalgar.
 
Los franceses entraron victoriosos en Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Meses más tarde se vivió en Madrid la terrible jornada del Dos de Mayo de 1808, provocando que todo el país se levantara contra las tropas francesas, que pasaron de ser aliadas a ocupantes al arrebatar Napoleón la corona de España a los Borbones y entregársela a su hermano José. Así comenzó una guerra a la que, en agosto de 1808, su sumaría un ejército expedicionario británico, que desembarcó en Portugal con la misión de unirse a portugueses y españoles en su lucha contra el invasor francés.
 
Durante ese conflicto, que duró seis años, en la provincia de Salamanca se libraron las batallas de Tamames (1809), Alba de Tormes (1809), Fuentes de Oñoro (1811) y Los Arapiles (1812); Ciudad Rodrigo sufrió dos asedios, uno en el año 1810 por parte de tropas francesas y otro en 1812 a cargo del ejército aliado formado por británicos, portugueses y españoles.

Introduction: The Peninsular War in the province of Salamanca

 Given its strategic location between the valleys of the rivers Douro and Tagus, the province of Salamanca has always served as a natural corridor to access neihbouring Portugal. This effectively turned the region into one of the most severely affected during the Peninsular War, since belligerent armies were constantly passing through. The ordeal began in 1807: after defeating the Austrians, the Prussians and the Russians, Napoleon Bonaparte, Emperor of France, focused his attention on Portugal, the main ally of his only undefeated enemy, the British, whose islands he could not invade since he had lost the French fleet in the Battle of Trafalgar in 1805.

The French triumphantly entered Lisbon on the 30th of November 1807. A few months later, the city of Madrid saw a bloody day during the Dos de Mayo Uprising, on the 2nd of May 1808. As a result, the whole country rebelled against the French troops, which turned from allies into invaders when Napoleon took the Spanish Crown away from the Bourbons and gave it to his brother Joseph.
 
During the conflict, which lasted for six years, the province of Salamanca witnessed the Battles of Tamames (1809), Alba de Tormes (1809), Fuentes de Oñoro (1811) and Los Arapiles (1812). Ciudad Rodrigo suffered two sieges, one by French troops in 1810 and another by the Allied army of British, Portuguese and Spanish forces in 1812.
 
 

El precio de la guerra para Alba de Tormes

La Villa de Alba de Tormes vivió tres episodios destacados durante la Guerra de la Independencia, que dejó como consecuencias, aparte del terrible sufrimiento de su población, la destrucción de su castillo y la pérdida de dos arcos de su puente.

The price of the war for Alba de Tormes

The town of Alba de Tormes lived through three significant events during the Peninsular War, a conflict that caused terrible suffering to its people, and resulted in the destruction of its castle and the loss of two arches of its bridge.

La batalla de Alba de Tormes

El 28 de noviembre de 1809, el Ejército de la Izquierda, comandado por el Duque del Parque, vencedor en Tamames cuarenta días antes, sufrió esta vez una estrepitosa derrota tras el arrollador ataque de la caballería francesa del general Kellerman, la cual, avanzando desde Peñaranda de Bracamonte, cogería completamente por sorpresa a las tropas españolas que, divididas y confiadas, estaban estacionadas a ambos lados del puente de Alba de Tormes.

The Battle of Alba de Tormes

Despite  having won the Battle of Tamames forty days earlier, the Army of the Left, under the command of the Duke del Parque, suffered a crushing defeat after the fierce attack by General Kellermann’s French cavalry on the 28th of November 1809. Kellermann’s forces moved forward from the town of Peñaranda de Bracamonte and took the careless Spanish troops, stationed separately on either side of the bridge in Alba de Tormes, completely by surprised.

La retirada francesa tras la batalla de Los Arapiles

A primera hora de la mañana del 23 de julio de 1812 los albenses fueron testigos de la retirada en masa de un ejército francés, comandado por el  mariscal Marmont, a través del puente y de los vados del Tormes. Miles de atribulados soldados huían por el camino de Peñaranda de Bracamonte tras haber sufrido una gran derrota el día anterior, en la batalla de Los Arapiles, a manos del ejército aliado de británicos, portugueses y españoles al mando de Lord Wellington

En esa misma jornada se libraría el combate de Garcihernández, cuando los jinetes de la Legión Alemana del Rey, unidad integrada en el ejército aliado, alcanzaron la retaguardia del ejército francés en retirada.

The French retreat after the Battle of Salamanca

In the early morning of the 23rd of July 1812, the population of Alba de Tormes witnessed the mass retreat of a French army, led by Marshal Marmont, over the bridge and across the fords of the river Tormes. Thousands of distressed soldiers were fleeing on the road to Peñaranda de Bracamonte after having suffered a major defeat the day before, in the Battle of Salamanca, at the hands of the Allied army of British, Portuguese and Spanish forces under Lord Wellington’s command.

On that very same day, the Battle of Garcihernández would take place when the horsemen of the King’s German Legion, a unit within the Allied army, reached the rear guard of the retreating French army.

La defensa del castillo de Alba de Tormes

En noviembre de 1812, tras fracasar Lord Wellington en su asedio al castillo de Burgos, los franceses contraatacaban con el objetivo de recuperar la capital del reino y la estratégica ciudad de Salamanca. El día 14 de ese mismo mes y año era el ejército aliado el que se batía en franca retirada a través del puente de Alba de Tormes. Se colocaron cargas explosivas en un pilar del puente, que perdió dos arcos, y en el castillo quedaron solos y aislados trescientos soldados españoles que defendieron la posición e impidieron la reparación del puente hasta el 24 de noviembre, obligando a los franceses a pasar el río por los vados de Éjeme y Galisancho.

The defense of the castle in Alba de Tormes

In november 1812, with Lord Wellington having failed at besieging the castle in Burgos, the French counterattacked with the aim of Salamanca. On the 14th of that month, the Allied army was now the one beating a hasty retreat over the bridge in Alba de Tormes. Explosive charges were  placed on one of the pillars of the bridge, which lost twoof its arches, and 300 Spanish soldiers were left alone and insolated in the castle. They defended their position and prevented the reconstruction of the bridge until the 24th of November, thus forcing the French to cross the river at the fords in Éjeme and Galisancho.

El Duque del Parque y su segundo al mando, el general Gabriel Mendizábal, son recibidos por las autoridades municipales y el pueblo de Alba de Tormes a primera hora de la mañana del 28 de noviembre de 1809.

Tras una exitosa campaña en la que el Ejército de la Izquierda había obtenido una brillante victoria sobre los franceses en la batalla de Tamames (18 de octubre de 1809) y que tuvo como consecuencia la liberación de la ciudad de Salamanca, su comandante en jefe, el Duque del Parque, avanzó en busca de los franceses, con los que libró un combate sin grandes consecuencias en Medina del Campo el 25 de noviembre de 1809. Al día siguiente, del Parque recibió los primeros informes de la debacle sufrida por el Ejército del Centro en Ocaña (Toledo), así que decidió retirarse hacia la frontera portuguesa. 

Del Parque sabía que un ejército francés iba tras él, pero pensaba que se encontraba por lo menos a dos jornadas de distancia; es por ello que el 28 de noviembre decidió dar un descanso a sus agotadas y hambrientas tropas en la Villa de Alba de Tormes. El error de cálculo del comandante en jefe español tuvo consecuencias fatales ya que, mientras él era agasajado por las autoridades locales, una nutrida y experimentada tropa de caballería francesa se estaba aproximando por el camino de Peñaranda de Bracamonte.

The Duke del Parque and his second-in-command, General Gabriel de Mendizábal, are welcomed by the local authorities and the people of Alba de Tormes in the early morning of the 28th of November 1809.

The Army of the Left had achieved a brilliant victory over the French in the Battle of Tamames (18th of October 1809), which resulted in the liberation of the city of Salamanca. After this successful campaign, the Army’s commander-in-chief, the Duke del Parque, pushed forward after the French, against whom he fought a battle with no significant consequences in Medina del Campo on the 25th of November 1809. On the next day, del Parque received the first reports of the debacle suffered by the Army of the Centre in Ocaña (Toledo), so he chose to withdraw towards the Portuguese border.

Del Parque knew that a French army was after him, but he believed that he was at least two days ahead; therefore, on the 28th of November he decided to give some rest to his weary and hungry troops in the town of Alba de Tormes. The Spanish commander-in- chief’s miscalculation had fatal consequences: while he was being pampered by the local authorities, a large and experienced French troop of cavalry came closing in along the road from Peñaranda de Bracamonte.

Subteniente y soldado del Real Cuerpo de Artillería y capitán, fusilero y tambor del regimiento de infantería de línea Navarra frente al Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Alba de Tormes durante la mañana del 28 de noviembre de 1809.

El Ejército español de la Izquierda, vencedor en Tamames y derrotado en Alba de Tormes, estaba integrado por una mezcolanza de tropas de muy variopinta extracción: unidades regulares, en las que había un gran número de soldados bisoños, y paisanos reunidos en unidades de nueva creación con mandos que no conocían a sus hombres, recién reclutados en Galicia, Asturias, León, Zamora y Salamanca. Era una tropa numerosa, pero con poca experiencia, y carecían de una
caballería de la calidad de la francesa, a la que habrían de enfrentarse en esa jornada.

 
 

Second lieutenant and soldier of the Royal Artillery Corps, and captain, fusilier and drummer of the Navarre Line Infantry Regiment in front of the Monastery of the Anunciación de Nuestra Señora, in Alba de Tormes, on the morning of the 28th of November 1809.

The Spanish Army of the Left, victorious in Tamames and defeated in Alba de Tormes, was formed by a very diverse mix of troops: regular units, with a large number of novice soldiers, and newly-created units, which brought together civilians recently recruited in Galicia, Asturias, León, Zamora and Salamanca under officers who did not know their men. It was a numerous troop of soldiers, but with little experience, and it lacked a cavalry on a par with the French one, whom they would have to face on that very same day.

La 1ª División del Ejército de la Izquierda, al mando del mariscal de campo Javier Losada, avanza contra la caballería francesa.

Entre las tres y las cuatro de la tarde de ese fatídico 28 de noviembre de 1809, tropas de infantería españolas posicionadas en las alturas que dominan Alba por el este, fueron las primeras en divisar a los Dragones, Húsares y Cazadores franceses, y se dispusieron a cargar en columna contra ellos, en una temeraria acción de infantería contra caballería que solamente podía liderar un veterano regimiento como era el de la Corona. En un primer momento los españoles tuvieron éxito y lograron ahuyentar a los jinetes franceses, pero finalmente la caballería se impuso sobre la infantería, quedando la 1ª División española diezmada y la con numerosas bajas.

The 1st Division of the Army of the Left, led by Field Marshal Javier Losada, charges against the French cavalry.

Between 3 and 4 p.m. on that fateful 28th of November 1809, Spanish infantry troops posted on the vantage points that loom over Alba de Tormes from the east were the first to make out the incoming French dragoons, hussars and chasseurs à cheval (mounted hunters). They were set on charging against them in column, a daring manoeuvre of infantry against cavalry that could only be led by the veteran Regiment of the Crown. At first, the Spanish successfully managed to push the French horsemen away, but in the end the cavalry won over the infantry, and the Spanish 1st Division was left decimated, while the 2nd suffered numerous casualties.

La División de Vanguardia, comandada por el general Martín de la Carrera, forma en cuadro para defender la retirada del Ejército de Izquierda.

Ante las devastadoras cargas de la caballería francesa, lo único que podía hacerse es lo que hicieron los generales Martín de la Carrera y Gabriel de Mendizábal: ordenar a los infantes pertenecientes a la 5ª División de Vanguardia y a tres batallones de la 2ª División, separados del grueso del ejército, sin apoyo de caballería y sin artillería alguna formar en cuadro sobre un terreno elevado y de espaldas al río Tormes. Los españoles, entre los que se encontraba el batallón universitario de Ilustres Escolares de León, representado en esta ilustración, aguantaron varias cargas de los jinetes franceses hasta que la oscuridad les permitió escabullirse y cruzar el puente, acción que se recuerda como una de las más heroicas del ejército español durante la Guerra de la Independencia.

The Vanguard Division, commanded by General Martín de la Carrera, defends the retreat of the Army of the Left in square formation.

Given the devastating charges of the French cavalry, the only option left was precisely what Generals Martín de la Carrera and Gabriel de Mendizábal decided to do: they ordered the infantry in the Vanguard Division and in three battalions of the 2nd Division—separated from the bulk of the army, without cavalry support or any artillery whatsoever—to go into square formation on a higher ground with their backs against the river Tormes. The Spaniards, including the university students’ battalion of the Distinguished Scholars of León (which can be seen on this picture), resisted several charges from the French horsemen until the darkness allowed them to escape and cross the bridge, an action that is remembered as one of the most heroic by the Spanish army during the Peninsular War.

El general Paul Thiébault saluda a la madre priora de las Carmelitas momentos antes de la tradicional salida de clausura de la imagen de santa Teresa.

El general francés Paul Thiébault, gobernador militar de Salamanca, era especialmente consciente de lo importante que era mantener buenas relaciones con la población civil española para evitar así derramamientos de sangre entre los paisanos. El experimentado militar, a pesar de no ser creyente, como la mayoría de los oficiales de alto rango franceses, visitó el sepulcro teresiano y entró en clausura y, a ruego de las hermanas, escribió de su puño y letra un decreto, con fecha de 16 de octubre de 1811, por medio del cual prohibía a toda persona entrar en el Convento de las Madres Carmelitas de Santa Teresa de la Villa de Alba de Tormes.

General Paul Thiébault greets the mother prioress of the Carmelites a few moments before Saint Teresa of Ávila’s effigy is brought out of the convent for the traditional procession.

French General Paul Thiébault, military governor of Salamanca, was particularly aware of the importance of keeping good relations with the Spanish civilian population in order to prevent bloodshed among the locals. The seasoned general, like most high-ranking French officers, was not a believer, yet he visited Saint Teresa’s sepulchre and entered the enclosed part of the convent. Furthermore, at the request of the nuns, he personally wrote a decree, dated 16th of October 1811, by which it was forbidden for anyone to enter the Convent of the Carmelite Mothers of Saint Teresa in the town of Alba de Tormes.

Un oficial de infantería francés se reencuentra con su familia en el puente de Alba de Tormes durante la retirada del 23 de julio de 1812.

Los ejércitos de las guerras napoleónicas arrastraban tras de sí miles de paisanos de toda condición: familias de combatientes, artesanos, comerciantes… Conviene recordar que cada uno de los dos ejércitos enfrentados en la batalla de Los Arapiles contaba con unos 50.000 soldados, cifra que, sin contabilizar los civiles, era más del tripe del número de habitantes de la ciudad de Salamanca, habitada por 15.000 almas.

El ejército del mariscal Marmont, derrotado en Los Arapiles el 22 de julio de 1812, tuvo la suerte de que la guarnición española del castillo de Alba de Tormes recibiera órdenes de retirarse hacia Salamanca a primera hora de esa misma jornada. De esta forma, los franceses pudieron cruzar el puente sin encontrar oposición en la madrugada del día 23 y continuar su retirada por el camino de Peñaranda de Bracamonte. Poco después llegaron a Alba de Tormes las tropas al mando del brigadier Julián Sánchez «El Charro», que, siguiendo órdenes del Consejo de Regencia de España y las Indias, prendió fuego al castillo para que éste no pudiera volver a ser utilizado por los franceses si volvían, lo que ocurriría en noviembre de 1812.

A French infantry officer is reunited with his family on the bridge in Alba de Tormes during the retreat on the 23rd of July 1812.

The armies of the Napoleonic Wars brought along thousands of civilians of all sorts with them: soldiers’ families, artisans, merchants… It should be noted that the two armies that fought in the Battle of Salamanca had about 50.000 soldiers each. Even without adding the civilians, that figure was over three times the number of inhabitants in the city of Salamanca, where 15.000 people lived at the time.

Marshal Marmont’s army, defeated in Los Arapiles on the 22nd of July 1812, was lucky that the Spanish garrison in the castle at Alba de Tormes had received orders to retreat to Salamanca in the early hours of that same day. This way, the French were able to cross the bridge without any resistance in the early morning of the 23rd and continued to retreat down the road to Peñaranda de Bracamonte. Soon afterwards, the troops led by Brigadier Julián Sánchez (nicknamed El Charro) reached Alba de Tormes. Following orders from the Council of Regency of Spain and the Indies, he set the castle on fire so that it could not be used again by the French if they returned, which would eventually happen in November 1812.

El rey José I Bonaparte recibe en la ermita de la Virgen de Otero noticias de la retirada hacia Portugal de los aliados.

A pesar de la derrota sufrida el 22 de julio de 1812, al cabo de unos meses los franceses lograron reagruparse y contraatacar. El 14 de noviembre, el rey José, impuesto en el trono español en 1808 por su hermano el emperador Napoleón, cruzó el Tormes por el vado de Éjeme y entró triunfante al día siguiente en la ciudad de Salamanca. La capital charra vivió una de las peores jornadas de su historia al entrar las tropas francesas sedientas de venganza tras la derrota sufrida en el verano.

Con la derrota de Napoleón en Rusia en el invierno de 1812 y la campaña de los aliados británicos, portugueses y españoles de 1813, Alba de Tormes quedó definitivamente liberada de las tropas invasoras francesas el 26 de mayo de ese mismo año.

King Joseph Bonaparte receives the news about the allies’ retreat towards Portugal at the Chapel of the Virgen de Otero.

Despite their defeat on the 22nd of July 1812, the French managed to regroup and counterattack after a few months. On the 14th of November, King Joseph, who was placed on the Spanish throne by his brother, Emperor Napoleon, crossed the river Tormes at the fords in Éjeme and entered triumphantly into the city of Salamanca the following day. The Salamanca capital suffered one of the worst days in its history when the French troops marched in thirsting for revenge after their defeat in the summer.

With Napoleon’s defeat in Russia in the winter of 1812 and the campaign of the British, Portuguese and Spanish allies in 1813, Alba de Tormes was definitively freed from the French invading troops on the 26th of May of that same year.

SOLDADOS DE LA EXPOSICIÓN

EXHIBITION SOLDIERS

Gabriel de Mendizábal e Iraeta, Conde de Cuadro de Alba de Tormes

El General Gabriel de Mendizábal (1765-1823), de origen vasco, demostró su valía como oficial de infantería desde el comienzo de la guerra. Cubrió la retirada española después de su derrota en Medina de Rioseco, se reunió y despertó a los soldados españoles con energía y determinación durante la Batalla de Tamames, y ordenó a sus tropas a formar en la plaza para defenderse de las cargas de la caballería francesa en la Batalla de Alba de Tormes, una acción por la que se le concedió el título de Conde de Cuadro de Alba de Tormes en 1835.

Como comandante del Ejército de la Izquierda, sufrió una severa derrota en la Batalla de Gebora, en 1811, mientras intentaba obstaculizar las operaciones de asedio francesas en Badajoz. Mendizábal fue destituido de su cargo, pero para recuperarlo pidió a las Cortes de Cádiz servir como soldado de base, y luchó como tal en la Batalla de Albuera. Terminó recuperando su rango y fue nombrado comandante del recién creado 7º Ejército, con el que llevaría a cabo importantes campañas en el norte de España, junto con sus famosos subordinados y guerrilleros Espoz y Mina, Longa, Porlier y Jáuregui.

Mendizábal recibió la Cruz Laureada de San Fernando en 1815 y la Cruz de San Hermenegildo en 1819 por sus servicios. En este retrato del artista salmantino José Luis García Morán se le puede ver luciendo ambas decoraciones.

Gabriel de Mendizábal e Iraeta, Count of Cuadro de Alba de Tormes

General Gabriel de Mendizábal (1765-1823), of Basque descent, proved his worth as an infantry officer right from the outset of the war. He covered the Spanish retreat after their defeat in Medina de Rioseco, he rallied and roused the Spanish soldiers with energy and determination during the Battle of Tamames, and he ordered his troops to form in square to defend themselves from the French cavalry charges in the Battle of Alba de Tormes, an action for which he was granted the title of Count of Cuadro de Alba de Tormes in 1835.

As a commander in the Army of the Left, he suffered a severe defeat in the Battle of the Gebora, in 1811, while he was trying to hamper the French siege operations in Badajoz. Mendizábal was dismissed from his position, but in order to retrieve it he asked the Cortes de Cádiz to serve as a rank-and-file soldier, and he fought as such in the Battle of Albuera. He ended up having his rank restored and was also appointed as commander of the newly-created 7th Army, with which he would carry out significant campaigns in the north of Spain, together with his famous subordinates and guerrilleros Espoz y Mina, Longa, Porlier and Jáuregui.

Mendizábal was awarded the Laureate Cross of Saint Ferdinand in 1815 and the Cross of Saint Hermenegild in 1819 for his services. He can be seen wearing both decorations in this portrait by Salamanca artist José Luis García Morán.

Fusilero del regimiento de infantería de la Muerte (España)

Esta unidad, creada en Galicia en febrero de 1809 e integrada en la División de Vanguardia del Ejército de la Izquierda, fue una de las que formó en cuadro en la batalla de Alba de Tormes para rechazar las cargas de la caballería francesa y defender la retirada del resto del ejército español.

Fusilier of the Infantry Regiment of Death (Spain)

 

This unit, created in Galicia in February 1809 and incorporated to the Vanguard Division of the Army of the Left, was one of the troops that went into square formation in the Battle of Alba de Tormes to resist the French cavalry charges and defend the retreat of the rest of the Spanish army.

Soldado del 2º regimiento de infantería de línea (Portugal)

Manuel Gonçalves, fusilero de este regimiento luso, se quedó dormido cuando los aliados se retiraron a Alba de Tormes el 14 de noviembre 1812, así que se vio abocado a unirse los trescientos españoles que se quedaron para defender el castillo al mando del teniente coronel José de Miranda y Cabezón.

Soldier of the 2nd Line Infantry Regiment (Portugal)

Manuel Gonçalves, fusilier in this Portuguese regiment, fell asleep when the allies withdrew from Alba de Tormes on the 14th of November 1812, so he had no choice but to join the 300 Spaniards who stayed to defend the castle under Lieutenant Colonel José de Miranda y Cabezón.

Soldado del 92º regimiento de Highlanders (Reino Unido)

Soldados escoceses de este regimiento recibieron la orden de colocar cargas explosivas en un pilar del puente de Alba de Tormes el 14 de noviembre de 1812.

Soldier of the 92nd Regiment of Highlanders (United Kingdom)

The Scottish soldiers of this regiment were given orders to place explosive charges on a pillar of the bridge in Alba de Tormes on the 14th of November 1812.

 

Soldados del 25º regimiento de Dragones (Francia)

Los seis regimientos que formaban la división de Dragones del general Kellerman, junto a Húsares y Cazadores, arrollaron con sus caballos y sablearon a unos tres mil soldados de infantería españoles durante la batalla de Alba de Tormes librada el 28 de noviembre de 1809.

Soldier of the 25th Dragoon Regiment (France)

The six regiments that made up General Kellermann’s Dragoon Division, together with hussars and chasseurs à cheval, rode over and sliced their way through roughly 3000 Spanish infantry soldiers during the Battle of Alba de Tormes, which was fought on the 28th of November 1809.

DIORAMAS DE LA EXPOSICIÓN

EXHIBITION DIORAMAS

PRIMER DIORAMA

Retirada del Ejército francés de Portugal, al mando del mariscal Auguste Marmont, a primera hora de la mañana del 23 de julio de 1812 y tras haber sufrido una gran derrota en la batalla de Los Arapiles en la jornada anterior.

FIRST DIORAMA

The French army, under Marshal Auguste Marmont, withdraws from Portugal in the early morning hours of the 23rd of July 1812, after having suffered a major defeat in the Battle of Los Arapiles the day before.

SEGUNDO DIORAMA

Combate entre tropas británico-portuguesas y francesas librado en las calles aledañas al castillo de Alba de Tormes en noviembre de 1812. Al contrario de lo ocurrido en julio de ese mismo año, ahora los aliados británicos, portugueses y españoles son el ratón y los franceses el gato. El malogrado castillo, que había sido incendiado el 23 de julio de 1812, tuvo que fortificarse con revellines improvisados y empalizadas y en él quedaron trescientos españoles, al mando del teniente coronel José de Miranda y Cabezón, que lo defendieron con valor para facilitar la retirada del ejército aliado hacia Ciudad Rodrigo.

SECOND DIORAMA

A fight between Anglo-Portuguese and French troops on the streets neighbouring the castle in Alba de Tormes in November 1812. Conversely to what had happened in July that year, now the British, Portuguese and Spanish allies are the mouse, and the French are the cat. The run-down castle, which had been set on fire on the 23rd of July 1812, had to be fortified with improvised ravelins and stockades. Led by Lieutenant Colonel José de Miranda y Cabezón, 300 Spaniards stayed inside the castle and bravely defended it to facilitate the retreat of the Allied army towards Ciudad Rodrigo.

es_ES